Sus comienzos
El Riachuelo, la Dársena Sur, las carboneras de Wilson. En ese pintoresco escenario portuario de la zona sur de Buenos Aires, a La Rosales y a Santa Rosa se les hacía cada vez más difícil defender el honor futbolístico ante los rivales de turno. La idea, entonces, surgió sola: fundirse en una sola fuerza.
Según la historia oficial, ambos clubes se fusionaron un 25 de mayo de 1901, frente a la imprenta de Francisco Gentile, ubicada en Almirante Brown 927, pleno barrio de La Boca. Quedando como primer presidente Leopoldo Bard, que no solo era jugador sino también el capitán del equipo.
Varios nombres se propusieron para la nueva institución: Messina propuso Juventud boquense; otros, La Rosales; Livio Ratto, Forward; y Pedro Martinez, River Plate. Finalmente estos dos últimos nombres fueron los que quedaron para ser considerados. Como el grupo estaba dividido y no se ponían de acuerdo en cuál de los dos elegir, entonces decidieron jugar un partido para que el equipo que ganara decidiera el nombre. La tradición cuenta que ganaron los que estaban a favor de Forward, pero como a Leopoldo Bard (presidente en ese entonces) le gustaba más River Plate, desestimo el partido y decidió que ese sería el nombre de la institución.
El nombre propuesto por Pedro Martínez, lo había visto escrito en unos grandes cajones descargados por unos marineros en la zona del Dique 3, que estaba en construcción.
Primera foto de River Plate con la camiseta blanca, probablemente tomada en 1904.
La primera camiseta de la institución fue de color blanco, ya que eran las camisetas más baratas y más fáciles de conseguir. Debido a que River se enfrentaba a equipos con camisetas del mismo color, decidieron cambiarla. Muchos colores se propusieron, pero una noche de carnaval (supuestamente a principios de 1905) un grupo de jugadores del club robó una cinta roja que colgaba de una carrosa de una comparsa llamada “Los Habitantes del Infierno”, que a su vez estaba compuesta por algunos jugadores y dirigentes del club. Esa cinta roja la cruzaron sobre la camisa blanca y la añadieron con alfileres. El diseño gusto a todos y de ahí en mas quedo constituida una de las camisetas más emblemáticas del mundo futbolístico.
Supuestamente en la carrosa debieron existir cintas de varios colores, pero por que eligieron la roja? Casi con seguridad fue debido a los colores de la bandera genovesa, que es blanca con una cruz roja. Hay que recordar que el barrio de La Boca estaba compuesto en su mayoría por inmigrantes de esa provincia italiana.
Cuenta la tradición que la banda fue cosida por Catalina de Salvarezza, y que dicha camiseta tuvo su estreno frente a Maldonado (un club de Palermo). No se sabe el resultado exacto de ese partido, pero sí se sabe que lo ganó River.
El ascenso
En 1905 comienza la historia oficial de River y los torneos de fútbol. Hasta entonces, sólo había jugado partidos amistosos en su canchita pelada del lado Este de la Dársena Sur.
River se afilio a la asociación a principios de ese año para luego inscribirse en la tercera liga. El sorteo determino que el club jugaría en la sección “A”. En dicha sección compitieron 8 equipos. El debut fue el 30 de abril de 1905 frente a Facultad de Medicina y el resultado fue una derrota por 3 goles a 2. Sin embargo, la primera victoria llegaría pronto. El 7 de mayo en la Dársena Sur, River venció a Gral. Belgrano 'A' por 4 a 3. En ese campeonato River termino 7mo, siendo el campeón Alumni III.
El plantel de ese año estaba constituido por: Reynoso y Zanni (arqueros); Ceballos, Tarrico y Pellerano (defensores); Bard, Moltedo, Flores, Botteri, Juanich, Argerich y Ratto (mediocampistas); Martinez, Flores, Ed. Rolón, Zanni, Messina, Brandy, En. Rolón, Rodger, Pastoriza y Kitzler.
Pese a la floja campaña realizada en la tercera liga el año anterior, los entusiastas muchachos riverplatenses no se amilanaron y decidieron redoblar la apuesta, anotando al equipo en la segunda liga en 1906. El desempeño del equipo rojiblanco fue nuevamente pobre. River Plate obtuvo el sexto lugar en la sección “B”, no clasificándose para las finales. El equipo jugó 12 partidos de los cuales ganó 4 y perdió 8. Estudiantes (BA) II se consagró campeón.
En 1907 River fue obligado a abandonar su cancha de la Darsena Sur. El club entonces se mudó a Sarandí. El equipo en ese año cumplió una destacada campaña en la sección “A” de la segunda liga, obteniendo el primer lugar y ganando el derecho a disputar la final por el ascenso a primera. En la final River fue derrotado por Nacional de Floresta (equipo formado por empleados de la tienda Gath y Chaves) 1 a 0, y no logró el tan ansiado ascenso.
Lo curioso del caso fue que Nacional, ya ascendido, jugó cuatro partidos hasta que fue desafiliado por no tener cancha propia en condiciones (cuando el mítico Alumni, en la misma época ganaba campeonatos sin tener cancha).
La verdadera razón de la exclusión fue que no se querían equipos representativos de firmas comerciales. Los muchachos de Nacional, entonces, se pasaron en masa a River (Morroni, Abaca Gómez, Chagneaud, Chiappe, Cambón y Politano).
En ese año el reemplazante de San Martín (que había descendido) se conocería tras un partido final, en cancha neutral.
La noche anterior había llovido como nunca. La tarde ya estaba mas serena y la gente empezaba a dar la cara, ahora el sol amagaba con salir. Pero el agua que había caído era el único tema. El verano recién golpeaba la puerta, Navidad ya había sido descorchada y el año nuevo todavía no. Esperaba. Corría el 27 de diciembre de 1908. Estaba repleto el estadio de Gimnasia y Esgrima (BA) para ver el gran partido de la tarde: River Plate (ganador de la sección “B”) vs. Racing Club, la segunda final para acceder a la máxima categoría del fútbol argentino.
Catorce días antes, en un encuentro dominado por la polémica, River se había quedado con el primer partido tras un ajustado 2-1. Pero como luego del segundo tanto los fanáticos de la banda invadieron el terreno para abrazarse con sus ídolos, la Argentine Football Association decidió repetir el encuentro. Y con Luraschi, Chiappe y Politano, Messina (aquel fundador), Morroni y Chagneaud, García, Grifero, A. Gómez, Priano y Elías Fernández, volvieron a imponerse, solo que esta vez lo hicieron por 7-0. Fue el ascenso a la máxima categoría, de donde nunca mas se iría.
Equipo que logró el ascenso en 1908.
El 2/8/1908 River jugó, en carácter de amistoso, el primer superclásico de la historia del cual se tiene registro (seguramente hubo otros anteriormente). El partido se jugó en la cancha de Boca y fue derrota por 2-1.
Una vez en primera, River sorprendió al ser segundo del multicampeón Alumni, a ocho puntos. Ganó 11 partidos sobre 18 y empató 2. Pero entre sus vencidos estuvo el mismísimo Alumni, en la segunda rueda del torneo. Se jugó en la cancha de Banco Nación, en Colegiales, y fue 1-0, con gol de Hernán Rodríguez. Los héroes de esa tarde fueron Capdevielle, Chiappe y Gomez; Grifero, Morroni y Chagneaud; Anapodisto García, Sayanes, Hernán Rodríguez, John Diggs y Elías Fernández. El partido fue arbitrado por Enrique Salvarezza, otro de los fundadores, jugador, dirigente, canchero y colaborador.
Quien tiene también una historia curiosa es John Diggs, “Yonedick”, un inglés que también fue canchero en algún tiempo en la Dársena Sur y terminó sus días en la Primera Guerra Mundial, enrolado en el ejército de su país.
La que siguió fue una época de transición, de cambios de nombres y reacomodamientos. Seguía el fornido Arturo Chiappe (zaguero difícil de pasar y capitán del barco pesquero) pero aparecían otros nombres: el arquero Carlos Isola, ídolo de las niñas del barrio por su estampa de galán; Cándido García, “cabeza de oro” para los hinchas, un center half ofensivo; Heriberto Simmons, un marcador chiquito pero aguerrido; Arturo Penney, el goleador ante Boca.
En 1910 fue séptimo, en 1911 quinto, y en 1912, con la nueva asociación, último entre cinco con Belgrano, que se salvó porque no hubo descensos. El renacer llegó en 1913, cuando perdió un desempate por el primer puesto de la zona "A" con Racing, posterior campeón y a quien ya le había ganado en el torneo. El 24 de agosto el equipo logra un hito histórico, que fue ganarle a Boca Juniors en el primer superclásico oficial de la historia, como visitante por 2-1. Jugaron Isola, Chiappe y Calneaggia; Simmons, Cándido García y Peruzzi; Galeano, Ámela Pereyra, Penney y Roldán y Fraga Patrao. García marcó a los 27 minutos, Pereyra aumentó a los 46 y descontó Mayer a los 78. A los 74 fue expulsado Amela Pereyra.
Escena del primer superclasico oficial.
En 1914 fue quinto, pero River fue el campeón de la Copa Competencia, al superar 5-1 a Belgrano, 1-1 y 2-1 a San Isidro, 2-1 a Ferro, 2-1 a Racing y 1-0 a Bristol de Uruguay. Este era un certamen que se jugaba a la par del torneo regular y el campeón argentino definía la Copa con el vencedor uruguayo. Fue el primer título relevante que logró el club Darsenero. Y el equipo que le ganó al Bristol: Isola, Chiappe y Lanata; Peruzzi, Cándido García y Elli; Fraga, Penney, Gianetto, Martín y Sevesi.
En ese mismo año un nuevo desalojo hizo que River alquilara la cancha de Ferro para jugar.
En 1915 tuvo su primer estadio, otra vez en La Boca, delimitado por las calles Pinzón, Caboto, Aristóbulo del Valle y Pedro de Mendoza. En ese año River fue tercero, ganando 16 partidos, empatando 6 y perdiendo solo 2. Posición que repitió al año siguiente, con campaña similar: 10 triunfos, 9 empates y 2 caídas. Colocado como escolta en la década del multicampeón Racing, fue segundo en 1917 (12-6-2) y también en 1918 (9-7-3). En esa temporada fue finalista de la Copa Competencia, perdiendo la final argentina con Porteño. Y el torneo de 1919 fue suspendido porque se produjo otro cisma: en la Asociación Amateurs se quedaron los principales equipos y apenas Boca y Huracán se pasaron, entre los conjuntos de relieve, a la Asociación Argentina.
Ya se perfilaba la posibilidad del primer título, que se consiguió finalmente en 1920. Fueron 25 triunfos, 6 empates y 3 derrotas en el año, con 70 goles a favor y 22 en contra. Los rivales fueron: Atlanta (1-0 y 1-0), Barracas Central (2-2 y 3-0), Defensores de Belgrano (1-0 y 2-0), Estudiantes de Buenos Aires (3-0 y 2-0), Estudiantil Porteño (2-0 y 3-1), Ferro (1-0 y 3-0), Gimnasia y Esgrima La Plata (0-1 y 3-1), Independiente (1-1 y 3-1), Lanús (2-0), Platense (5-1 y 2-0), Quilmes (2-0 y 4-0), Racing (0-0 y 0-2), San Isidro (4-0 y 0-3), San Lorenzo (3-2 y 0-0), Sportivo Buenos Aires (4-1 y 2-2), Sportivo Almagro (2-0), Tigre (1-0 y 4-1) y Vélez (3-2 y 1-1). El equipo base que compitió en la mayoría de los encuentros formó con Cortti, Choperena y Jacinto Giúdice; Taramasso, Cándido García y Heriberto Simmons; Arroyuelo, Galanzino, Laiolo, Nicolás Rofrano y Jaime Chavin. También jugaron en este torneo, que terminó ya avanzado en 1921, Isola (en el año de su despedida), Chiappe, Castilla, Roldán, Ámela Pereyra, Aspecia, Etchenique, Ferrari, Lillibera, Medone, Moretto, Ortelli, Perussi, Rivas, Sabattini, Santambroggio, Simone, Tomaselli y Ventura.
Segundo fue esta vez Racing, pero se desquitó en el 21, cuando se invirtieron los roles: otra vez fue campeón, segundo River (25 triunfos, 4 empates y 9 caídas). En el 22 le tocó el turno de ganar a Independiente, y los ex Darseneros volvieron a ser subcampeones (25 victorias, 11 igualdades y 4 derrotas). Ya había aparecido Enrique Gainzarain (delantero que fue internacional, como Chiappe e Isola). Y se seguía usando la camiseta tricolor, con bastones verticales rojos y blancos y el filete negro; la camiseta de la banda, mostrada en el ascenso (1908), recién reapareció en 1932. Y cuando hubo que usar camisetas alternativas, se utilizó una roja y otra roja y negra, también a bastones verticales. Ya llegaban los tiempos de Alvear y Tagle, adonde los viejos habitantes del Sur de la Capital se mudaron para construir un estadio que usaron hasta que se construyó el Monumental.
En el 23 quedó tercero, detrás de San Lorenzo e Independiente. Y al año siguiente, quinto. En la copa Competencia se rehabilitó, ganando la zona A, pero en semifinales cayó ante Sportivo Almagro. En 1925 bajó hasta el puesto 17 en el campeonato, en el 26 apenas subió al undécimo, y en el 27 fue décimo.
Algo mejoro la cosa en 1928, cuando terminó séptimo, después de haber estado entre los cinco mejores casi todo el torneo. Y un respiro llegó en el 29, porque estuvo siempre al frente en su zona –la impar-, ya que Gimnasia debía partidos; cuando los platenses completaron, lo pasaron por un punto. River fue segundo, y tercero en el 30. Ese año persiguió a Boca todo el torneo, pero la caída empezó poco antes del final al vencerlo los suplentes de Gimnasia y Esgrima La Plata. Tiempos duros, el desánimo. La prensa decía que “el conjunto ex darsenero ah sido un cuadro de mala suerte. Empezó siempre bien, pero por el medio del campeonato ah perdido justo ante rivales inferiores e inesperados”.
Acaparadores. Tiempos de desconcierto en los directivos –que armaban el equipo, ya que no existía el cargo de entrenador- y que ya preanunciaban las épocas de Millonarios. Porque acostumbraban a comprar muchos jugadores –los precios iban de los mil a los cinco mil pesos- y después a muchos los cedían a otros equipos. Alejandro Giglio, el emblemático cinco, llegó de Huracán. Camilo Bonelli, un seis lento y con clase, de Nueva Chicago. Uriarte, de Almagro. Carlos Giúdice, Granara Costa –futuro odontólogo- y Paduano vinieron de Colegiales. Los hermanos Iribarren –Jorge, el arquero, y Juan Carlos, el zaguero izquierdo-, símbolos del equipo desde el 25 hasta el profesionalismo, habían pasado por varios clubes antes de recalar en River. Dupit, un puntero derecho, llegó de la Liga Paranaense. En cada temporada River era el club que más gastaba en transferencias. Al punto que por un lado le decían “niño bien”, por aquello del tango que rezaba “que naciste en un suburbio”. Y por el otro, “alcancía de jugadores”, porque lo acusaban de acapararlos.
Pero eso no bastaba para ponerlo otra vez en primera plana. Tenía, con todo, una reconocida barra, una de las mas grandes según muestran las recaudaciones. Ruidosa y bullanguera. Pero los directivos hacían muchos cambios, no mantenían el mismo equipo. Y aunque a veces jugaban muy bien y eran siempre considerados candidatos, se notaba la falta de ensamble. Hay nombres que se repiten en el tiempo –J.C. Iribarren, Rodríguez, J. Iribarren, Patiño, Giglio, Bonelli, Gondar, Granara Costa, Scotto, Peniche, Paduano, Locaso, Uriarte, Debatte, De Vicenzi, Ganduglia-, en todo ese período, pero no se reitera la misma formación en dos partidos seguidos. Desde 1928 se lo buscaba a Carlos Peucelle, al que consiguieron recién en 1931. Llegaron el puntero Alberto Evaristo, hermano menor del famoso Juan; Malazo y Belvidares en la defensa; al final, a punto del profesionalismo, el chiquito Rival y el paraguayo Artel. Pero no se pudo pasar del tercer puesto en los dos últimos campeonatos amateurs.