historiadelfutbolargentino - Los estadios
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Sus canchas y estadios

El primer campo de juego de River se encontraba ubicado del lado este de la Dársena Sur, detrás de las carboneras Wilson e Hijos y contiguo al club Regatas La Marina.

En 1907, tras ser desalojado de la Darsena Sur potr el Ministerio de Agricultura, verdadero dueño del predio, los entusiastas muchachos darseneros consiguieron a traves de don jose Bernasconi, Director General de la Empresa Dresco, un terreno en Sarandí, al lado de la estación “Puente Chico” del Tranway Electrico a Quilmes. Alli levantaron el segundo estadio de la institución, aunque la estadía seria fugaz.

Al año siguiente los jóvenes riverplatenses comprobaron que el predio de la Darsena Sur continuaba desocupado, por lo que decidieron reinstalarse allí. Sin embargo, a fines de 1912 sufrirían un nuevo desalojo.

Tras deambular dos años por canchas ajenas, el 16 de Mayo de 1915 River inauguró su nuevo estadio, ubicado en la manzana delimitada por las calles Aristóbulo del Valle, Caboto, Pinzón y Pedro de Mendoza, también en La Boca. El terreno había sido arrendado a Nicolás Mihanovich, vecino del barrio.


Estadio de River inaugurado en 1915, en el barrio de La Boca.

Una de las tribunas del estadio.

En 1923, por iniciativa de su presidente, José Bacigaluppi, el club abandonó para siempre su barrio de nacimiento, La Boca, para instalarse en la intersección de la Avenida Alvear y calle Tagle, en Palermo. Allí, el 20 de Mayo, inauguró un espectacular estadio de madera.

Allá por 1934, River ya levaba 33 años de vida. Ya había obtenido un título amateur y otro en el profesionalismo. Ya era identificado como los millonarios por sus espectaculares contrataciones. Ya era presidente Liberti, el primero de sus cuatro períodos. Ya la cancha de Alvear y tagle quedaba chica para semejante fervor popular.

El 31 de octubre de 1934 se firmó el boleto de compra de los terrenos (83.950 metros cuadrados, 35.000 de ellos cedidos por la Municipalidad, donde se iba a levantar el nuevo estadio en Nuñez. Como por allí debía pasar la avenida Centenario como camino nacional, River quedaba exento del pago del afirmado.

La obra para muchos una quimera en ese lugar inhóspito y despreciado, ya tenía escrito su primer capítulo. El 25 de mayo de 1935 se colocó la piedra fundamental en el predio de avenida Centenario y Río de la Plata. El 1 de diciembre de ese año la Comisión Directiva presentó a los socios, en una Asamblea Extraordinaria, los planos aprobados y la reseña detallada de las obras a realizar. Se obtuvo un préstamo de $2.500.000 pesos del gobierno y el 27 de septiembre de 1936 se inició la construcción, bajo la dirección de los arquitectos José Aslan y Héctor Ezcurra.

Y así se fue ganando la dura batalla al río. El costo inicial de la obra alcanzaba la cifra de 4.479.545,80, aunque se redujo unos 3 millones de pesos cuando la comisión resolvió suprimir en ese momento la edificación de la tribuna norte.

Un rasgo característico de la construcción fue que se optó por la fundación directa, a seis u ocho metros de profundidad, con excavación a cielo abierto, por permitirlo la estabilidad del terreno, y con achique por bombeo del agua que hacía irrupción. La construcción de las tres tribunas se realizó en dos años. Se ejecutaron 50 kilómetros de gradas, con 26.000 metros cuadrados de hormigón y una armadura de casi 3000 toneladas de acero. Pocos años después, cuando estaba en plena ebullición la Segunda Guerra Mundial, el acero utilizado hubiera costado más de lo que costó todo el estadio.

Mayo siempre fue el mes de River: por lo que fue el mes de la inauguración. El miércoles 25, cerca de 8.000 personas presenciaron la entrega de una bandera argentina y otra del club, costeadas por un grupo de asociados, y entonaron el himno nacional y la marcha de River. Y al día siguiente, la fiesta inolvidable reunió a cerca de 70.000 emocionados espectadores. Después de diferentes actividades la gran tarde se completo con el partifdo disputado entre River y Peñarol. Ganó River 3 a 1.

El Monumental fue según Adolfo Pedernera, el primer gran paso del gigante. La herradura se cerró parcialmente en 1958, bajo la presidencia de Enrique Pardo, y para esa nueva construcción, la platea Colonia, fue decisivo el dinero ingresado (10 millones de pesos) por la transferencia de Enrique Omár Sivori al Juventus. Alrededor de 100.000 personas podían ubicarse en el imponente anillo. Si algo le faltaba a ese símbolo argentino que es el Monumental, la realización del Mundial se lo ofreció en el 78. Con otra cara, con la edificación de la bandeja que restaba, con menos capacidad, el mayor número de plateas llevó la cifra total a 76.609 espectadores, pero con las comodidades que no se conocían por estos lados.

La inolvidable apertura fue el 1 de junio (Alemania Occ vs Polonia), otros siete encuentros más, la consagración argentina, Las vueltas olímpicas de River, más los títulos internacionales.

El 29 de noviembre de 1986 se hizo un gran acto de justicia, la obra majestuosa recibió su nombre: Antonio Vespucio Liberti.

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